HUMO JURÍDICO
- Palemón Alamilla
- 20 ene 2024
- 4 Min. de lectura

De pronto, el de por sí agitado ambiente jurídico, se volvió turbulento…, …por la dimisión del doctor Arturo Zaldívar a la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Ah, y ni bien sacaba un pie de ahí, y, ya tenía -los dos- dentro de la estructura de MORENA. Con ello, quedó claro, todo fue un concierto desde los altos niveles. Porque debió concluir -como Ministro- hasta el próximo sexenio; así, la propuesta, para quien debería llegar en su lugar, correspondería al (la) próximo (a) presidente (a) de México.
La actividad jurídica y las acciones partidistas son dos cosas distintas. La primera es de estudio y certeza. La segunda… no; ahí, los discursos y las promesas -cada día- cambian de tono, y, los actores, hasta de piel. Procurar e impartir justicia, es un trabajo de 16 a 18 horas al día, de lunes a sábado y, los domingos, hay que seguir atentos; porque en fin de semana…, es cuando más se ofrece. Los que, de esas actividades, ‘saltaron’ a la política, evaluarán si cumplieron sus jornadas o, fue más, estar cerca de las cámaras y los micrófonos, para llegar… a otros escenarios.
Y…, otra vez, evocar la reunión de delegados, de la entonces PGR (en el lejano año 2000), a la que nos convocó el doctor Jorge Madrazo Cuéllar, titular de la institución, quien nos pidió que, si queríamos participar en alguna actividad partidista, presentáramos la renuncia; de lo contrario, apegarnos a la tarea de procurar justicia, y remató… “…recuerden señores, LA JUSTICIA NO TIENE COLOR”.
En la actividad jurídica, es un referente la carrera judicial; ahí, inician como actuarios (notificadores), secretarios, jueces y magistrados. Para quienes siguen esa trayectoria, es señorial. Insisto, por enésima ocasión, el día que -en las procuradurías / fiscalías- haya escalafón, los resultados serán a favor de las víctimas y los ofendidos (por momentos, olvidados y sin reparación del daño), …lejos, muy lejos de los discursos.
Con la renuncia del doctor Zaldívar, a la Suprema Corte, llegó, en su lugar, quien no tiene los antecedentes del escalafón que referí. Además…, sin antecedentes en los actos de litigio. Una vez investida, como Ministra, ¿qué dirá, con relación a juzgar…, …con perspectiva de género?, porque, en los días previos a ese acontecimiento, apareció un video, en las “benditas redes sociales”, en el que pudimos verla proferir, ofensas a la señora madre de su vecina.
Y, con su investidura, apareció el humo…. Ante la falta de argumentos, jurídicos, afloraron los extrajurídicos (como gusta a la actual administración federal). Dijo que no quería el seguro médico. Pidió que la inscribieran al ISSSTE, y agitó la bandera que enarbola el señor presidente de la República; quien, por cierto, cuando en forma por demás lamentable sufrió un infarto (en el año 2013), lo atendieron en uno de los hospitales más caros de México. Y, otra vez el discurso, lejos de los hechos.
Y…, más humo. Pidió también que le descontaran el salario, para no rebasar el del presidente. Solo que, el primer mandatario (lo han explicado con toda claridad), además de su ingreso quincenal, tiene interminables prestaciones, con cargo a los mexicanos, que superan a las de los ministros.
El señor presidente, ofrece disculpas, al referirse a su nivel de aceptación. Hago lo propio: cuando estuve al frente de la institución del Ministerio Público, en Baja California Sur, no tuve -como prestación- un teléfono celular. Deseché las opciones, que sugirieron, para el pago del servicio. Además, rechacé la protección, de 13 agentes de la Policía Ministerial, para mi escolta. Instruí apoyaran las actividades con mayor rezago. Ahí donde hacen más falta a los destinatarios de justicia.
Y…, ni un ‘tuit’ publiqué al respecto. La relevancia, de la institución, no está para hacer circo. Los boletines fueron institucionales (por tratarse del esfuerzo -de todos- en la procuraduría) y no de la imagen, de quien pretende ‘vender’ su efigie. Eso sí, lo narré, 5 años después -en mi libro- Por la puerta de enfrente. Relatos de un agente del Ministerio Público, con el cúmulo de resultados.
Y siguieron los acontecimientos. Una vez que, el Congreso de la Ciudad México, sesionó sin ratificar en su cargo a la señora fiscal, dijeron que… “…todo fue un concierto”, por los avances en sus investigaciones, en contra de ‘actores’ de la vida pública…, y, …más humo y politiquería, a nombre de la justicia. Porque si ella no seguiría…, las investigaciones sí; es decir, no se llevaría las carpetas a su casa, ni las echaría al bote de la basura. Quien asuma la función, deberá continuarlas, con todo rigor jurídico. Qué forma de mentir y de confundir al pueblo bueno…, ¿…al que ‘sirven’? Es lamentable.
Insisto, con alcance jurídico, con resultados -en una sentencia, no en un discurso-, esa es la gran diferencia entre lo jurídico y lo político. Debido a que, la Ley Orgánica de cada fiscalía / procuraduría, establece, quien suple las ausencias del (la) titular de la institución, al no ser ratificada, se apresuró e hizo ‘ajustes’, para que quedara (en su lugar y en tanto hay nuevo mando), su vocero.
Cómo es posible que, en la gran ciudad, en la que acuden, y de provincia vamos, a estudiar diplomados, especialidades, maestrías y doctorados (precedidos de años de práctica), esté al frente de la institución, que procura justicia, quien…, al justificar, que sí estudió la licenciatura en Derecho, dijo que la concluyó en 2016; solo que, su cédula profesional, la obtuvo en 2024 (justo cuando le hicieron tan relevante encargo), y, con ello, en forma tácita, reconoció que no tiene práctica alguna en la materia. ¡Viva la política!, que sigan los discurso. El pueblo aguanta.
Luego, la Ministra de reciente ‘ascensión’ y el encargado de la fiscalía de la Ciudad de México…, sin relación con a la práctica jurídico – procesal… ¡Uf! En estos tiempos de vorágine política, por lo que está en juego, el señor presidente ‘recontra’ insiste en elegir a los jueces, ¿así?, sin antecedentes con la actividad jurídica…, ajenos al procedimiento. ¿Solo para obedecer y… confundir? No se vale.
Ahora, en su muy activa participación política, don Arturo Zaldívar, invita a cambiar los modelos de justicia. ¿Por qué no lo hizo en los cuatro años que presidió la Suprema Corte?, (y -ya- en los tiempos de la llamada 4T…). ¿Con qué actores doctor?, con los que no tienen conocimiento ni práctica, para tan altos cargos…, o con quien profiere -a una madre- las más hirientes agresiones..., no tiene usted… reparo, en ello. Su invitación, solo hace más denso el humo…, en el ambiente jurídico.
Comentários