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PORQUE NO DEBO PARTICIPAR



Al llegar al edificio de la Presidencia Municipal, uno de los funcionaros del Ayuntamiento, me dijo, después del saludo de esa mañana: “lic, nos hablaron de la capital del Estado, para decirnos que, de los abogados del municipio, podríamos sugerir a alguno (s), para eso de la elección judicial, y pensamos en ti… …le echamos ganas, para posesionarte, ¿cómo ves?”.

 

Agradecí el detalle, por ‘pensar’ en mí -para tal propuesta-, y, contesté de inmediato, diciéndole que no participaría, por considerar que no es correcto tener ministros, magistrados y jueces, por elección popular. Entre otras cosas -justo- por la ‘selección’ de candidatos… …por su ‘simpatía’; la justicia es otra cosa, y, si tienes unos minutos, te doy mis comentarios al respecto.

 

El funcionario asintió, y…, expuse: mira, impartir justicia es algo muy delicado. Es poner en manos de un Juez, propiedad, recursos económicos, libertad, etcétera. Todo muy relevante y entraña gran responsabilidad. No basta con ser abogado, con título y cédula, para impartir justicia. No es lo mismo la carrera judicial, en base al estudio (el saber sí preocupa), que la carrera política, en la que muchos caminan, sin necesidad de estudio o de actualización. Son dos cosas muy distintas.

 

Comencemos por la carrera judicial: la mayoría de los que impartieron, y los que hoy imparten justicia, comenzaron desde abajo y, también, emanaron del pueblo…, ¿de dónde más? Algunos realizaron trabajos de aseo (sí, [asómbrate] de limpieza); oficiales de partes (los que reciben los escritos de los litigantes), mecanógrafos… …en tanto estudiaban la licenciatura en Derecho.

 

Al concluir sus estudios, fueron actuarios (los que, entre otras cosas, realizan las notificaciones), y, después, para ser secretarios de acuerdos, jueces y magistrados, debieron realizar < exámenes de oposición >, en los que, de cada MIL aspirantes, solo acreditaban entre 20 o 25 abogados. Así de rigurosos esos concursos. En casos excepcionales, por ahí, algunos llegaron a ser ministros. Luego, esos antecedentes, generan un cúmulo de experiencia y crean derechos, que no pueden quitarles de un ‘plumazo’, a quienes, también (en su mayoría), partieron de escenarios muy modestos, insisto.

 

Le comenté…, ellos, salían de su casa (oscura la mañana), para ir a sus labores; o, regresaban (muy noche), de sus universidades. Piensa en las veces, que, solo pudieron comer una torta (si bien les fue), para mitigar su hambre. Por favor, razona en el esfuerzo que hicieron, para acreditar sus materias, realizar trabajos de investigación, tesinas, preparar exámenes universitarios, o de < oposición >, entre otras cosas. Una vez que lo hagas -a conciencia- sé que no te prestarás, para quitarlos.

 

Dije también, es necesario acotar -para diferenciar-, entre el Poder Judicial Federal (con la formación que refiero) y, el Poder Judicial, en cada uno de los estados y en la Ciudad de México, en los que, aunque muy poco, es menor el escalafón y más visible la vulneración (por intromisión de gobernantes [con honrosas excepciones]), a los nombramientos y designaciones, con el consecuente resultado en algunos asuntos; en los que, los litigantes, esperan el momento, para demandar el amparo y protección de la justicia federal. Justo, para evadir intromisiones. Ahora, con la elección, no es otra cosa que ‘realizar’ -esos mangoneos- con juzgadores federales… ¿a modo?

 

Abundé, los altísimos niveles de inseguridad de -hoy- requieren de un análisis y, el resultado, no es otro que la improvisación en las tareas de seguridad, a cargo de quienes no tienen la preparación para eso. Además, si preguntas, cuántos fiscales / procuradores, de los estados de la República, empezaron desde abajo, comprenderás las diferencias -en el resultado-, que cada uno entregó, o, por lo que realizan. Por eso, no es posible llevar -esos modelos- a la impartición de justicia, implementándolo con jueces hechos al vapor… …mediante una elección, por su efímera ‘simpatía’.

 

Por otra parte, también le dije, quienes realizamos la función ministerial -desde abajo-, como agentes del Ministerio Público investigadores (con peticiones de cateos, operativos, etcétera), o estuvimos adscritos a juzgados, tribunales unitarios o colegiados; después, subdelegados, subdirectores, directores; cuando tuvimos -el privilegio- de estar al frente de una dirección general; delegación; procuraduría / fiscalía, entregamos mejores resultados (con sus excepciones). Como a los jueces (del -antes- de la elección), nos dieron sustento: trayectoria, carrera e identidad profesional.

 

Agregué, pasemos a la carrera política: en los cargos de elección popular, algunos ediles, diputados, senadores, etcétera, van y vienen… en esos cargos. Ah, y, hasta en partidos políticos distintos, con traición a sus ideales, lo cual… …suele crear mezcolanzas que rayan en la podredumbre.

 

Ahí, muy a la medida el refrán: “suerte te de Dios, del saber no te preocupes”. Dime, por tu identidad en lides políticas, ¿cuántas veces, diputados y senadores, son un verdadero equilibrio, ante los designios de presidentes o gobernadores?... …justo < así > quieren a los jueces. Que no observen -a detalle- todas las disposiciones legales. Lo diré en forma coloquial: que sean “un cheque al portador” de quien ‘ordena’ (con todo y que se llenan la boca, al decir… …que manda el pueblo), y, por eso, la elección debe ser popular. Otra mentira -más- al pueblo.

 

Un comentario final, para ya no distraerte, y, comenté: cuando un niño enferma, lo llevan al pediatra; al paciente, con problemas del corazón, lo atiende el cardiólogo, etcétera. Así, en todo quehacer, hay una identidad y carrera profesional. Ah, y, en este diálogo, como otros al respecto, viene a mi mente aquella reflexión que, si no mal recuerdo, hizo Roberto Blanco Moheno (con mi disculpa anticipada por alguna imprecisión en la autoría), quien, hace más de cincuenta años (cuando no imaginamos que tendríamos a una presidenta de la República), palabras más -menos- dijo:

 

“Son más atingentes las esposas de los políticos, que éstos, porque -ellas- asignan tareas, acordes a la función de quienes las realizan. Así, la cocinera, está a la cocina; el jardinero, poda el césped, etcétera; en tanto -ellos-, suelen designar a un profesionista -en tareas- sin relación con sus estudios”.

 

Ahora… …jueces ¿sin carrera judicial? Ojalá, la señora presidenta, como mujer, y…, en la idea de esa cita, sea consecuente. Tendría el reconocimiento del mundo de las leyes y la justicia.

 

Apreciado amigo, rematé, por todo eso, es por lo que yo no debo participar en esa elección (no ‘busqué’, ni otorgaré el voto). Agradeceré la deferencia de ustedes. De lo aquí expuesto, te invito a que lo hagas extensivo a los que contigo se identifican, y, ojalá, reflexionen al respecto. Nos despedimos, con el abrazo que refrendó el afecto, en el que, aunque haya opiniones divergentes -como siempre- prevalece el respeto.  






 
 
 

Yorumlar


Rodríguez Puebla esq. Francisco I. Madero (altos), Colonia Centro

Progreso de Obregón, Hidalgo.

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